22 de mayo de 2009

Una semana de bondad

El pasado sábado 16 de mayo, en las páginas de Laberinto, suplemento cultural del diario Milenio, el poeta y crítico literario Evodio Escalante publicó un artículo que suscitó una preocupante reacción en cuestión de horas. El artículo, me apresuro a decirlo, ya era desconcertante de por sí, dado que se trataba de una falsa reseña de Tríptico del Desierto, poemario de Javier Sicilia que ganó este año el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes y acaba de ser publicado por Era. Falsa reseña, digo, porque no cumplía con las expectativas que despierta y que debiera satisfacer toda reseña, cosa que aparentaba ser dicho artículo: las de presentar, describir y, como mínimo, comentar en su conjunto la obra reseñada. El texto era más bien un artículo de opinión o, por mejor decir, un libelo encaminado a retratar a Sicilia como un plagiario y a su libro como una sucesión de citas encubiertas, literales en algunos casos, apenas modificadas en otros y condenables, por lo visto, en todos.

La mañana del mismo sábado, esto es: en sólo unas pocas horas, ya circulaba un mensaje de correo electrónico diligentemente preparado por el también poeta Mariano Flores Castro: mensaje dirigido a numerosos destinatarios “del medio”, como suele decirse. Flores Castro no dudaba en usar un imperativo: “Lean el texto de Evodio Escalante. Hace pensar”, y completaba su llamado a la reflexión con una copia electrónica del artículo de marras. Tantas ganas de hacer pensar a los colegas ya constituían por sí solas un espectáculo curioso. ¿Por qué Mariano Flores Castro no escribió, digamos: “Lean el Ion de Platón; hace pensar”, o incluso, con mayor audacia: “Lean el Tríptico del Desierto de Javier Sicilia, que por lo menos ya hizo pensar a Evodio Escalante”?

Al comenzar la nueva semana ya se había formado una pequeña bola de nieve. Mérito especial tuvieron los editores del blog llamado Círculo de Poesía ―donde la charla con argumentos y más o menos informada suele desfondarse bajo el peso del sensacionalismo y el insulto― y la columnista Roberta Garza, reconocible para quienes frecuenten los diarios del grupo Milenio. Los visitantes del Círculo de Poesía culparon a Sicilia de plagio y a los miembros del jurado que lo premió ―entre los cuales tengo el orgullo de contarme― de bochornosa ignorancia o de inaceptable complicidad, ratificando con ello una sospecha que ya deslizara Escalante al final de su artículo. Por su parte, Roberta Garza (que tampoco había leído el poemario de Sicilia) daba grandes pruebas de imparcialidad enalteciendo la “madriza” que le habían puesto al autor del Tríptico del Desierto y afirmando que los organizadores del premio deberían retirárselo al poeta ganador.

A estas alturas de la crónica, más de algún entusiasta se preguntará qué decía el artículo publicado por Evodio Escalante. Nada que no supiéramos los miembros de aquel jurado: que Javier Sicilia incorpora en sus poemas un volumen importante de citas que muchas veces no son presentadas como tales, esto es: que no aparecen entrecomilladas ni en letra cursiva ni son acreditadas a pie de página. Esto, que puede sonarle criticable o francamente digno de castigo a más de un advenedizo, en realidad es práctica no sólo común, sino plausible y legítima en el orbe de la poesía contemporánea. Siguiendo a muchos de los mayores poetas de la modernidad, Sicilia concibe la escritura como una crítica del sujeto, como un desmontaje del mito del autor y como una indagación en el concepto de originalidad, indagación que, más allá de la neurótica y habitual celebración de las peculiaridades, deriva en una exploración del origen por la vía de la tradición, que no le pertenece a nadie y pertenece a todos.

Tres o cuatro exaltados han persistido en ignorar esta evidencia. Roberta Garza, por correo electrónico, desdeñó mis primeros argumentos ―que yo le había presentado con acopio de referencias y ejemplos aclarativos― y me dirigió un mensaje refrendando su posición, desde luego carente de toda familiaridad con la poesía moderna. En cuanto a Evodio Escalante, lo correcto ―por ahora― es que le responda Javier Sicilia, cosa que sucederá mañana en Laberinto, según me han dicho. Por lo que se refiere a mí, he preferido escribir el epigrama de ilusoria latinidad con el que ahora concluyo:

Lucilio: para no tomarte
la molestia de comprenderlo,
tachas a Nevio de plagiario.
Y apenas dos horas más tarde
Pomponio y Floro, tus alumnos,
repiten, ágiles, tus juicios,
fulminan con tu rayo,
señalan con tu índice,
maestros, como tú, en el arte
de no tomarse la molestia.



ANEXOS

1. Evodio Escalante, "Sicilia y la apropiación como recurso poético" (Milenio, 16-05-2009)

2. Círculo de Poesía, "Sicilia: ¿intertextualidad o plagio?" (a partir del 18-05-2009)

3. Roberta Garza, "Todos somos plagio" (Milenio, 19-05-2009)

4. Luis Vicente de Aguinaga, mensaje a Roberta Garza (19-05-2009):

Roberta Garza:

Como lector y crítico de poesía, pero también como profesor de literatura y, no está de más decirlo, miembro del jurado del Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2009, quiero expresarle mi desagrado y franco repudio (una cosa o la otra, según el humor con que se mire) por el artículo que publicó usted el día de hoy en Milenio con el título de "Todos somos plagio".

Evodio Escalante, autor del artículo al que usted hace referencia, publicado el sábado pasado en Milenio, ciertamente manifestó un aspecto concreto de su lectura de Tríptico del Desierto, libro de Javier Sicilia que ganó el concurso arriba mencionado. Un único aspecto, quiero decir: el de la relación de algunos versos del Tríptico (versos, no "párrafos", como escribe usted) con otros de T. S. Eliot, Rainer Maria Rilke y Paul Celan. De forma un tanto extraña, ya que al parecer se trata de un poeta y crítico sensible a las diferentes modalidades de la poesía lírica, Escalante no señaló en su texto que la cita encubierta, la paráfrasis y el "saqueo" de materiales diversos forman parte del repertorio técnico del poeta contemporáneo, y esto desde hace décadas. Roberta: por extravagante que le parezca, en modo alguno puede hablarse de "plagio" tratándose del nuevo poemario de Javier Sicilia. Ni el collage ni la paráfrasis ni la cita encubierta son operaciones condenables desde la perspectiva de la poesía tal y como debe ser entendida hoy en día.

Tiene gracia que una de las presuntas víctimas de Javier Sicilia sea nada menos que T. S. Eliot, acaso el poeta del siglo XX que mayor inteligencia y empeño invirtió en estudiar, explicar y practicar eso que ahora y aquí se ha dado en llamar “plagio”. ¿Aparecen tipográficamente destacadas como citas las numerosísimas apropiaciones, absorciones, traducciones y hurtos de los Cuatro cuartetos? La respuesta es categórica: no. En los Cuatro cuartetos no hay comillas ni hay cursivas ni hay notas a pie de página. El poema, para Eliot -como para su maestro Pound-, es un dispositivo de actualización de los diferentes pasados literarios (no sólo del pasado de tal o cual idioma, no sólo del pasado de tal o cual género). Francamente da risa que a Evodio Escalante le dé por asegurar que aquello de “In my beginning is my end” sea original de T. S. Eliot y que Sicilia no haga sino copiarlo. En realidad se trata de la divisa de María Estuardo (María I de Escocia, para los íntimos): “En ma fin est mon commencement”. Es famoso este aforismo, Roberta: “Immature poets imitate; mature poets steal”. Traducción: “Los poetas inmaduros imitan; los maduros, roban”. ¿Quién lo dijo? Tal vez no me lo crea usted: ¡T. S. Eliot!

Hablando de traducción, tampoco estaría de más recordarle a Escalante y a usted misma que ni Rilke ni Eliot ni Celan escribieron poemas en castellano, de modo que los fragmentos “plagiados” por Sicilia primero tuvieron que ser traducidos al español. Y, como no se trata de poetas que hayan sido traducidos una única vez ni mucho menos, primero habría que determinar si el acusado reelaboró determinada traducción o si tradujo él mismo esos materiales, lo cual supondría problemas de interpretación divergentes.

Es preocupante que, fuera de un círculo restringidísimo de aficionados y especialistas, la poesía no interese a nadie, Roberta, como no sea precisamente a personas que, como usted, se forman ideas falsas a partir de juicios ajenos y no se toman la molestia de leer por su cuenta los poemarios hipotéticamente tramposos. Es obvio que presionar al CONACULTA sugiriendo que debe retirar el premio a Javier Sicilia es apenas un ademán de ignorante irresponsabilidad. Si usted, como tantos periodistas de nuestro tiempo, lo que busca es erigirse como fiscal en este caso, me temo que ha llegado tarde: su admirado Evodio Escalante ya lo hizo primero, y cometió un error al hacerlo.

Puede ser que le interese saberlo: yo mismo escribí para la revista Crítica (núm. 132, mayo-junio de 2009, pp. 3-7) un artículo sobre Tríptico del Desierto, y en él cito a Eliot y menciono a Rilke y a Celan. La revista, para mi fortuna, comenzó a circular a principios de mes, quince días antes de que apareciera el artículo del sábado pasado. (Puede usted consultar mi texto siguiendo esta dirección: http://aguinaga.blogspot.com/2009/05/pronto-llegara-la-noche-triptico-del.html.) Se lo digo para subrayar que los miembros del jurado que premió a Javier Sicilia tuvimos perfectamente claro desde un principio que Tríptico del Desierto era un libro rico en alusiones, referencias, montajes textuales y citas explícitas y encubiertas. Percibir en ello un delito equivale a declararse incompetente, sin más, en materia de poesía y de literatura en general.

En algo estamos de acuerdo, Roberta: Evodio Escalante "le puso" a Javier Sicilia una "madriza", como dice usted. Fue una madriza de callejón, artera y cobarde. Una madriza en regla y una incitación al más crudo linchamiento, que ya está sucediendo. La diferencia estriba, sin duda, en que yo no celebro ese tipo de conductas y usted sí.

Sin más por ahora,

Luis Vicente de Aguinaga.


5. Respuesta de Roberta Garza (20-05-2009):

Si bien la paráfrasis, la emulación y el guiño hacia poetas o escritores admirados es costumbre perfectamente admisible, no lo es –y menos en un texto que va a ser enviado a concurso— el omitir especificar la transcripción o el tributo al rígido modo académico –es decir, con la cita correspondiente al calce o con comillas— o, de manera más libre, a través de la coherencia y tono interno del texto que no debe dejar duda que la propuesta es, justo, una alusión; en Tríptico pocos, fuera de ese círculo de jurados que apunta, detectaron una cosa o la otra. El apuntar que las discrepancias se debieron a diferentes traducciones me parece francamente desesperada –no, no hay tantas, me sorprendería que hubiera más de una por autor, aunque bastaría que se especificara quién usó cuál para dirimir el punto-, pero concedo que su carta me puso a dudar sobre la premura de mi juicio –y confieso mi error de prosista al nombrar párrafos a versos- hasta recibir la respuesta del propio Sicilia que me atribuye haberle endilgado dos adjetivos –deshonesto y corrupto— que jamás use para él; en mi texto su caso ocupa apenas la entrada y allí apunto meramente que el autor cambió los poemas originales para hacerlos pasar como propios. Los adjetivos citados por Sicilia –que, aquí sí, transcribe con claras comillas— como pertenecientes a mi artículo nacen únicamente de su imaginario, y apuntalan mi impresión de que las observaciones de Escalante fueron atinadas e inequívocas.

Saludos…


6. Luis Vicente de Aguinaga, segundo mensaje a Roberta Garza (20-05-2009):

Roberta:

En este segundo mensaje, permítame simplificar lo que intento decirle. Usted no sabe de lo que habla. Eso es todo. Yo no estoy refiriéndome a paráfrasis; mucho menos a guiños o emulaciones. Estoy hablándole de lo que hace T. S. Eliot cuando, en los Cuatro cuartetos, escribe (sin comillas ni tipografía cursiva ni aclaraciones a pie de página):

Y el camino que sube es el camino que baja,


copiando en esa línea, textualmente, a Heráclito y a San Juan de la Cruz. También estoy hablándole de lo que hace José Ángel Valente cuando, en Material memoria, concluye un poema con esta estrofa, dentro de la cual hay una cita encubierta de verso y medio (usted probablemente no la identificará) que procede, una vez más, de San Juan de la Cruz:

El aire abría
la latitud total de la mañana
y extendía la luz, y la caballería
a vista de las aguas descendía.


Estoy hablándole de un poeta que usted conoce y admira, el mexicano Evodio Escalante, que hace algunos años publicó un libro titulado Todo signo es contrario, y en él un poema ("Dominación de Nefertiti") cuyo primer verso es éste:

Piramidal, funesta...


¿Le suena? Es de Sor Juana Inés de la Cruz, y Escalante no se vale ni de comillas ni de cursivas para incorporarlo en su propio poema.

En cuanto a las traducciones de Rilke, Celan y Eliot, mucho me temo que su ignorancia es todavía mayor. Dice usted que "[le] sorprendería que hubiera más de una [traducción] por autor". Sorpréndase, pues. Como el tiempo concedido a los mortales no es eterno, me limitaré a mencionar de memoria tres de cada poeta, publicadas todas ellas en tiempos recientes. De los Cuatro cuartetos de T. S. Eliot han aparecido, tan sólo en México, las traducciones de Ángel Flores (Premià), José Emilio Pacheco (Fondo de Cultura Económica) y José Luis Rivas (UAM). Libros de Paul Celan que contengan el poema "Fuga de muerte" o "Fuga de la muerte", traído a colación por Escalante a propósito de un poema de Javier Sicilia, los hay en traducción de Jesús Munárriz (Hiperión), José Luis Reina Palazón (Trotta) y José María Pérez Gay (UAM). En cuanto a Rainer Maria Rilke, han traducido las Elegías de Duino Juan Carvajal y Lorenza Fernández del Valle (UNAM), Hanni Ossot (Monte Ávila) y Eustaquio Barjau (Cátedra). Y no sólo ellos; créame que hay muchas otras versiones publicadas.

En cuanto a los adjetivos que le aplique a usted Javier Sicilia, déjeme asentar que la correspondencia entre ustedes dos no me incumbe ni ha sido hecha de mi conocimiento, de modo que no puedo emitir ninguna opinión. Exactamente lo mismo que tendría que haber hecho usted: reservarse cualquier opinión a propósito de un asunto que desconoce, una tradición que ignora y un arte que no es de su dominio.

Sin más que añadir,

Luis Vicente de Aguinaga.



(Dentro de un par de horas voy a leer esta crónica, ya que no los documentos anexos, en el programa radiofónico Señales de Humo, de Radio Universidad de Guadalajara.)

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien. Estupenda e inteligente respuesta. ¿Qué va a decir ahora Evodio Escalante? Roberta Garza, por su bien, debe ya cerrar la boca.

Eve Gil dijo...

Estoy sinceramente conmocionada con lo que acabo de leer. Quiero y admiro profundamente a Evodio, y siempre ando diciendo que es de los pocos críticos literarios mexicanos que merecen ser leídos, pero... ¿qué mosca le picó ahora? Al menos por lo que a mí respecta, Sicilia no ha incurrido en delito de plagio, en todo caso, todos aquellos que hemos realizado ejercicios de intertextualidad somos plagiarios, vamos, hasta Flaubert lo es porque se inspiró en El Quijote para su Madame Bovary...

David Miklos dijo...

Gracias por el acopio de información y por la lúcida argumentación derivada de ésta. Es curioso: hace una semana me hice de un ejemplar del Tríptico de desierto, de Javier Sicilia, entre otras razones porque me atrajo, justamente, el diálogo inteligente con otros poetas que admiro, además de que me parecía una bocanada de aire para el vilipendiado Premio Aguascalientes. Pienso en Edmond Jabès y su escritura del desierto, su diálogo con el verbo fundacional judío. Todo menos plagio. Diálogo. Pero, es evidente, en épocas de "transparencia" todo se confunde y la crítica deja de serlo para convertirse en el señalamiento y la acusación, casi siempre con argumentos endebles y, eso sí, sensacionalistas. Lo más grave de todo es que ahora hasta los opinionistas, cuya relación con las artes es tenuemente tangencial, comentan la poesía, las artes visuales, cualquier manifestación artística sujeta de la polémica. Demasiado ruido, poca sustancia. No queda más que leer, y celebrar, a Javier Sicilia.

Anónimo dijo...

ahora que apropiarse es culto, yo lumpen del proletariado pido piedad a los dioses del olimpo metafórico por mi error y me desdigo...

Unknown dijo...

Luis Vicente:

Gracias por contestar. Sigo pensando, sin embargo, que no se vale tomar "prestados" textos clásicos en versos que tú llamas "modernos".

Sé que es difícil, pero ojalá el jurado se tomara "la molestia" de reconocer su error.

Sergio

Luis Vicente de Aguinaga dijo...

Indignémonos:

1) Hace apenas tres años, en 2006, Martin Scorsese y su película 'The Departed' arrasaron con los óscares y otros montones de premios. Evidencia: la película es un 'remake' de 'Infernal Affaires', película de Andrew Lau y Alan Mak producida en Hong Kong en 2002.

2) Hace menos tiempo aún, en febrero de 2009, Alison Krauss y Robert Plant se hicieron con el Grammy al disco del año por su álbum 'Raising Sand', colección de 'covers' que apareció en 2007. Evidencia: ninguna de las canciones fue compuesta especialmente para este disco ni era inédita en 2007.

3) Como en el cristianismo, en la religión de Mitra el salvador de los hombres, hijo de Dios, nace apenas ocurrido el solsticio de invierno ante un grupo de pastores. A los conversos los bautiza, y transforma el agua en vino, y hace una entrada triunfal en una ciudad entre palmas, montado en una burra, y muere después en primavera, redimiendo con ello los pecados del mundo, y baja más tarde a los infiernos y resucita tres días después, y asciende al cielo prometiendo regresar cuando terminen los tiempos como juez de los hombres, y su sacrificio se conmemora en una comida ritual con pan y vino que simbolizan la carne y la sangre, y a la entrada de sus templos hay una pila con agua bendita para que los fieles cumplan con el deber de purificarse la frente. (Tanta y tan linda información, por cierto, la extraje culposamente de http://encuentrosconlasletras.blogspot.com/2009/04/el-catolicismo-explicado-las-ovejas.html...) Evidencia: si el cristianismo es una condición 'sine qua non' de Occidente, Occidente debe cargar con la cleptomanía del cristianismo.

Conclusión: del 'Tríptico del desierto' de Javier Sicilia todavía están por decirse muchas cosas, pero las acusaciones de plagio no afectan realmente al poemario (como no sea indirectamente). A decir verdad, Evodio Escalante lo que hizo fue presentar un argumento 'ad hominem', contra el hombre, sin decir prácticamente nada sobre la obra (la obra como tal obra, quiero decir; sobre algunos pedacitos de la obra sí dijo, y mucho).

Si el jurado "reconoce" su "error", que sea por lo menos después de que 'The Departed' y 'Raising Sand' sean despojados de sus premios por las respectivas academias. Y si no, que la nación los demande por la vía civil. Dicho de otro modo, Sergio: no hubo tal "error"; cambia de tema.

Anónimo dijo...

Luis Antonio Verz:
Estimado Luis Vicente: con atención leo todo lo que se ha vertido sobre esta polémica (?). Lo que no me queda claro es por qué tiene que justificarse la decisión del jurado (usted entre ellos) con ejemplos de otros sucesos. ¿Si otros lo hacen, està bien que yo lo haga? No tome en mal son mi pregunta, tengo 17 años, comienzo a escribir poesía.

Unknown dijo...

Bien, pues, cambio de tema:

¿Desde cuándo eres tú, César,
el que envía epigramas
al severo Catulo?

Me parece, Luis Vicente, que te sigues equivocando...

Sergio

Luis Vicente de Aguinaga dijo...

Luis Antonio: no es que la decisión del jurado tenga que justificarse con precedentes de ningún tipo. Yo no busco explicar la decisión del jurado ni necesito exculparme o exculpar mi voto. Busco, eso sí, aclarar las vías por las que la tradición poética (y no sólo la moderna, desde luego; si aquí se habla de poesía moderna es porque son modernos los ejemplos traídos a colación por Evodio Escalante) se ha valido siempre de procedimientos que ahora, en este caso concreto, desde un punto de vista más propio de abogados que de lectores de poesía, se ha dado en llamar "plagio".

Sergio: ni yo soy César ni tú eres Catulo, de modo que tu llamado a la rectificación me sigue pareciendo apenas un rasgo de tenue, caprichosa, injustificada testarudez. ¿Cometió algún error el jurado del Aguascalientes? Convénceme. Y no te adornes tú con el prestigio del epigramático ni me salpiques a mí con el desprestigio del César, porque ni una cosa ni la otra vienen al caso.

Saludos a todos.

Carolina Arévalo Camberos dijo...

Entonces… qué sigue después, si el jurado no se rectifica o se "disculpa" –algo así como "perdón, nosotros sí encontramos diálogos e intertextos, pero como los otros lectores son demasiado idiotas para encontrarlos, tendremos que premiar a otra cosa que sea más sencilla y reciclada"-, habrá que gritarles "crucifíquenlos!!!". Lamentable, pero atinada sus aclaraciones, sustentadas por quien sí sabe de lo que habla, como debe de ser. Saludos.

Unknown dijo...

Javier Sicilia: ¿Y la tradición qué?
María Helena Noval
helenanoval@yahoo.com.mx


1.
Conozco poco a Javier Sicilia y por lo tanto no voy a defenderlo por ser su cuata. Tampoco voy a ocuparme de su trabajo directamente porque no me dedico a la crítica literaria: voy, en cambio a recordar aquí, que la historia del arte como disciplina se basa en la noción de tradición y que la historiografía del arte incluye además otros conceptos con los que puede uno acercarse al trabajo de los creadores, si de comparar propuestas se trata.

Visitar el muy recomendable blogspot del poeta Luis Vicente de Aguinaga (uno de los miembros del jurado que le otorgó a Sicilia el máximo galardón en poesía, el Aguascalientes), resulta indispensable para enterarse de los pormenores del laberíntico asunto, por eso no repetiré detalles de la contienda, sólo destacaré que quienes acusan de plagio a Sicilia, operan a partir de una concepción romántica de la noción de autor. Para ellos, el mismo debe dar a luz un texto en el que la originalidad (entendida como peculiaridad) sea lo más importante; mientras que para quienes lo defienden –entre ellos el lúcido poeta y escritor Adolfo Echeverría--, el autor, cada autor, produce inserto en una tradición imborrable y riquísima a la cual se le puede añadir siempre algo más.

Es importante destacar que en Estética la tradición establece la unidad de estilo (diccionario especializado dixit), y que tal vez la intención de hacer un homenaje a otros autores vendría a complementar el quehacer de Sicilia: si se siente la presencia de Paul Celan, T. S. Elliot, Ezra Pound, San Juan de la Cruz y Góngora, todos ellos de “sabores insuperables”, es porque el hombre sabe leer, tiene buen gusto, es sensible y qué mejor para nosotros, lectores del siglo XXI, redescubrirlos a partir de la lectura de un morelense premiado. Yo creo que lo interesante es decir lo dicho de otra manera.
2.
¿Por qué no se ha resuelto el asunto por la vía de las nociones de influencia, tradición y homenaje? ¿Por qué se abocan a hablar de apropiaciones, citas, copias, paráfrasis y hasta plagio?

Resulta que la crítica del posmodernismo ha puesto de moda estos términos para reseñar trabajos en los cuales se comentan, de diversas maneras y con variadas intenciones, otras obras artísticas Y dado que se acepta que vivimos en una época historicista y de revisionismos (sobre esto se habló mucho en los años noventa), es muy fácil aplicar epítetos a las obras artísticas, dejando a un lado la noción de tradición de la cual aquí brevemente partimos.

Kirk Varnedoe (“A fine disregard”), crítico al que me gusta recurrir de vez en cuando, explica la historia del arte a partir de pequeñas diferencias de opinión con respecto a lo establecido con anterioridad (la traducción de disregard implicaría también la noción de “violación”), y quién no recuerda que grandes autores como Van Gogh y Picasso pasaron largas temporadas de su vida estudiando y aprendiendo –ellos sí citando “textualmente”-- de los grandes, sus antecesores, sin el menor asomo de vergüenza porque así se acostumbraba. Algunos teóricos dicen que la originalidad hoy en día reside en la elección que cada quien hace de otros autores y obras, en la mezcla final que resulta de haber seleccionado inspiraciones diversas.

Y he aquí otro término, el de inspiración, con el cual no me meteré ya, pero que valdría la pena analizar porque el contexto en el que nace --el religioso--, le cae muy bien a la poesía de orden místico, religioso de Javier Sicilia. Pero eso que lo hagan los expertos.


El día 5 de junio, Pura López Colomé y otras personalidades –lástima que mi querida amiga Alicia Zendejas no pudo formar parte del programa--, hablarán sobre “Tríptico del desierto”, el poemario que da pie a todo este embrollo en el que nos hemos subido tantos periodistas. El acto en la sala Gabriel Figueroa del Cine Morelos a las 7 PM. Ω

Anónimo dijo...

Luis Vicente, te cuento que este relajo lo han empezado a checar (ya ves, el chisme y el morbo y el oportunismo) estudiantes de otras cosas (gente que no va para poeta) y de igual forma han empezado a decir algo como "ya ven, el plagio no existe", "no plagiamos", "no estamos mal, no se hace mal al copiar o repetir, es algo bueno". Yo no soy poeta y no conozco de lo que pasa con ustedes (no puedo ni voy a decir que Escalante es el bueno y Sicilia el malo o algo por el estilo), pero si no hay problema, como dices, si se trata de poetas, claro que lo hay si se trata de por ejemplo juristas, economistas o de otros profesionales de las ciencias sociales o no sociales. No es lo mismo ser poeta que ser las otras cosas y lo que dices no puede ni debe llevarse a otros campos. No digo que digas que se vale para todo, para cualquier cosa, eres claro al hablar de trabajo de los poetas, pero "porai" me han llegado mails de tipos no poetas que dicen "vean lo que dice Luis Vicente de Aguinaga". Digo que personas que no son poetas y que llegaron al relajo "pa ver" empiezan a colgarse de cosas como las que dices para los poetas. No se meten en su debate (el de los poetas) pero ahora quieren armarse para ir a sus carreras con la defensa de Sicilia y jalar agua para su molino. Chance puedes y te interesa hacer una notita (un post breve) diciendo que hablas sobre lo que hacen los poetas y que no hay que concluir que eso es la verdad para todas las materias o disciplinas. Ves esto bien?
Gracias. Saludos cordiales.

Carlos Manuel Rivas.

Anónimo dijo...

¿Plagio, intertextualidad, diálogo con la tradición, verborragia de ataques y contra ataques? Y luego resulta que no falta quien se queja de que los lectores de poesía son cada vez menos.

El desencanto general que provocan estas esterilidades que dañan a un premio prestigiado (donde hay dinero la miseria humana se acrecenta)y la insostenibilidad de las argumentaciones de tirios y troyanos irán al basurero de la mal llamada República de las letras.

La Poesía (con mayúsculas) está por encima de tanta incontinencia verbal. Pero nuestra maltrecha poesía (cuánto provincialismo)no.

Una verdadera pena.

Luis Vicente de Aguinaga dijo...

Ni hablar. Si la controversia, la comparación de textos, la reflexión y la crítica en general deben quedarse al margen de la Poesía, con mayúscula, también me quedaré al margen yo. Después de todo, la poesía (con minúscula: como la entiendo yo) es un asunto de marginalidad, incluso de anormalidad y desacato.

Si la intocable, incorruptible, inquebrantable Poesía es fuerte y rica, si no es estéril ni se anda con pleitecillos de sabiondos, mejor para ella. Y si el Premio Aguascalientes entra en crisis de credibilidad no es porque yo lo haya querido ni causado: yo hablé del 'Tríptico del desierto' semanas antes que a Evodio Escalante se le ocurriera denigrarlo, y lo que hice después no fue defender el poemario, sino esforzarme por desmontar la frivolidad inconcebible de quienes comenzaron a tildar a Sicilia de plagiario. A mi lectura del 'Tríptico' no le pienso agregar ni una coma por ahora.

Y si los jóvenes en las escuelas empiezan a copiar por culpa de T. S. Eliot, de Javier Sicilia o mía, que paralelamente aprendan por lo menos a leer bien y releean cuanto se ha escrito en estas notas. Y que sean sus maestros, en todo caso, quienen los lleven por la recta vía, porque a los poetas no hay por qué pedirles que sean tutores pedagógicos de nadie. La poesía no es una "disciplina" ni una "materia" ni una "profesión"; tampoco responde a leyes ni a códigos ni a deontologías, ni es buena para enseñarle a nadie cómo freír un huevo, zurcir un calcetín o redactar un edicto.

ángel dijo...

Estoy de acuerdo en eso de que la poesía, con minúscuas o mayúsculas, está por encima de esas diatribas.

Escalante levantó polvos de aquellos lodos y puso un hierro en la llaga. Es un cerdo, dice Sicilia. Quizá los dos tienen razón, la suya propia, pero no me importa.

Y los contados lectores ¿somos una piara muda en este chiquero?¿Creen que son tan importantes sus enconos en esta sociedad que quizá sencillamente los ignora?

Kiki dijo...

Aguinaga, todos estamos en el margen. Incluso tú, por si no te has dado cuenta todavía. Ay, si Tata Paz levantara la cabeza.

Anónimo dijo...

Luis Vicente, me ha sorprendido tu respuesta. Contestas con una cierta violencia que no se merece. Te muestras cerrado, obtuso. Hasta incapaz de entender mi comentario. No lo esperaba. Yo no dije que esos estudiantes copiaran por Eliot o Sicilia, no dije que sus maestros no deban hacer nada ni que los poetas deban ser sus tutores, tampoco dije que lo que hacen los poetas fuera una disciplina o materia ni algo que respondiera a los elementos que apuntas. De que hablas??? Mi pregunta era si te interesaba, ya que algunos no poetas manipulan tus dichos, dejar claro (de otra forma) que "La poesía no es una 'disciplina' ni una 'materia' ni una 'profesión' [como lo son otras cosas, como las ciencias sociales]; tampoco responde a leyes ni a códigos ni a deontologías [a diferencia de esas otras]", y que por lo tanto "lo que yo, Luis Vicente de Aguinaga digo no lo digo para algo que no sea el trabajo de los poetas". O algo por el estilo. Y ya. Pero bueno.
Me disculpo por molestar pidiendo que alguien a quien manipulan (porque los manipuladores no pueden ni quieren entender paralelamente, como pides, poeta)escriba unas poquitas palabras en contra de que lo manipulen. Y ya.
Saludos.

Carlos Manuel Rivas.

Luis Vicente de Aguinaga dijo...

Carlos Manuel:

No me lo vas a creer, pero desde mi violenta, cerrada y obtusa perspectiva, tu comentario no parecía un aviso ni una puesta en guardia contra los manipuladores; parecía más bien, por sí solo, un intento de manipulación en regla, en la medida que me conminabas a escribir sobre un asunto de tu interés, no necesariamente del mío.

En todo caso, lamento haber empleado un tono que no te merecías.

Con mis limitaciones, pero siempre a tus órdenes, o no siempre,

Luis Vicente.

Anónimo dijo...

Luis Vicente: en efecto, tu perspectiva se confirma violenta, cerrada y obtusa. Ahora sales con que yo intentaba manipularte. Que me interese el punto no quiere decir que quiera manipular. Manipular? Caray. Vuelve a leer mi primer comentario. Hasta te pregunto si en vista del hecho puedes considerar hacer algo (aclarar). Eso es todo. Pero ahora veo que no te interesa no manipular ni (no) ser manipulado ni el hecho de que otros manipulen.

Atte.
Carlos Manuel Rivas.

Luis Vicente de Aguinaga dijo...

Carlos Manuel:

Cerrado, tal vez: no acepto sugerencias ni tomo en cuenta necesidades ajenas a la hora de sentarme a escribir. Obtuso, en el sentido de romo, sin punta, no lo niego: nunca he buscado ser agudo ni brillante, ya que no me postulo a mí mismo como guía de conciencias ni como "estrella". Obtuso, en el sentido de torpe, lo admito: con las manos a veces no alcanzo ni a sostener un vaso, ya no digamos a contener una embestida de alumnos con ansias de plagiar a toda costa. Violento, lo dudo: fuiste tú quien se acercó a mi 'blog' para intimarme ideas; antes de que tú me dirigieras la palabra, yo no te la dirigí a ti, mucho menos para preguntarte si acaso, quizá, probablemente pudieras escribir sobre un asunto de mi propio interés, lo cual hubiera sido una especie de manipulación. ¿O a qué otra clase de violencia te refieres?

Respóndeme, por favor, haciendo uso de la última palabra. Yo no estoy interesado en proseguir con esto. Lamento el malentendido.

Recibe un apretón de manos de

Luis Vicente.

Anónimo dijo...

Luis Vicente: lo que dices ahora sobre la violencia y tus dudas al respecto no tiene sentido. Mezclas cosas que no tienen que ver.
Si me contactaras pidiendo que escribiera algo que te interesa y yo no tuviera nada que ver con eso, puede ser un intento de manipular. Eso no es lo de mi caso. Yo hice una pregunta ("te interesa...?") sobre algo que puedes hacer sobre algo con lo que terminaste teniendo que ver (tus dichos y el hecho de que se manipularon). De veras no lo ves?
Eres obtuso -lo fuiste en este intercambio-, "romo", "sin punta", aunque buscaste ser "agudo". "Brillante" no fuiste, sino violento.
Gracias por nada. Saludos cordiales.

Carlos Manuel Rivas.

josé said dijo...

Estimado Luis Vicente, sin conocerte ni conocer a tan a fondo la historia de la poesía ni a tantos ilustres poetas con sus gustos y manías, creo que la poesía nace (para mí... tan sólo para mí) de la necesidad personal de expresión, me resulta aburrido que para leer un poema uno deba de conocer la Tradición pues habrá todo un diálogo con ella que no nos podemos perder a través de "la voz de la tribu", la neta qué hueva... y quizá si habría que revisar hacia el futuro las bases del concurso de poesía (teniendo en cuenta que es un concurso del público y no del jurado, pues no creo que se valga ganar con un poemario lleno de versos de alguien más, cuando una de las bases dice 60 cuartillas inéditas -querrá decir todas las cuartillas o al menos el 85% de éstas) del que dicho sea de paso no veo más que como un modo de conseguir algún dinero... es decir, carente de valor o sin aportación alguna a la Poesía (para mí sí con mayúscula en esta ocasión). Y no es que no me guste el reciclado, ¡que conste!

Saludos

José Said