28 de julio de 2009

Dos poemas en Golpe de Dados

SAINT-DENYS GARNEAU

Cuando fui como un árbol, cualquier árbol,
fui como deben ser todos los árboles.
Cuando fui como un hacha
no intenté ser la espada ni el cuchillo.

Siempre vi mi reverso en el espejo
y mi revés, mi ausencia,
fue mi propia mitad, que no me hallaba
porque yo me ocultaba en medias voces.

No es que renuncie a dar: es que no tengo
ni una estrella siquiera para el día
ni un alma para hundirla río abajo.
Nunca llames a nadie con mi nombre.

La prisa de los olmos por caer
antes del próximo verano
me concierne apenas. Yo mismo
soy la hoja de otoño y el barro en que se posa.


THERE IS NO SUCH THING AS A CORNY POEM

Añorar no es mi verbo favorito
―la ñ me incomoda como un prócer―
pero es verdad que añoro, añoro el arcoíris,
el caer de la tarde sobre un prado,
las tarjetas con letras como gárgolas,
el pastel de merengue y corazones,
el trémolo vocal de quien obsequia serenatas
armado de listones, chalecos, cascabeles.

Por lo menos quisiera
mencionar una vez el corazón.
Hay palabras que tengo acumuladas
como viejas monedas, episodios
de una memoria inconfesable
o una verruga de dar pena.

Cielo, vida, lucero…
Si esto fuera una foto
definitivamente nadie me reconocería.



(Aunque la edición esté fechada en el bimestre de noviembre-diciembre de 2008, estos poemas acaban de aparecer en el número 216 la veterana revista colombiana Golpe de Dados.

1 comentario:

Hugo Plascencia dijo...

¿Qué onda, maestro Luis Vicente?

¿Como estás? espero que te encuentres muy bien. Oye ante todo te debo una disculpa por la tardanza de mi respuesta. Pero sucede que tenía como un mes que no revisaba mi blog por encontrarme fuera del país. Y con respecto a lo de la antología, concuerdo en que hubiese sido gratificante leer textos de autores tan importantes en su calidad como tú, Raúl Bañuelos y Raúl Aceves.
Luis, te agradezco infinitamente que hayas visitado ese blog tan desolado por su mismo autor, que espero actualizar próximamente, te mando un abrazo tremendo y un apretón de manos fuerte.

Muchas gracias y hasta pronto.
Seguimos en contacto.

Hugo Plascencia