16 de enero de 2008

Palomas

Levanté la cabeza
y, al paso de las campanadas,
quise contarlas de una en una.

Conté cincuenta y cuatro
en cornisas y alféizares
y alambres de la luz.

Ya estaba oscuro,
por lo que habría cincuenta más
en los rincones, escondidas

o a punto de nacer, en huevos
rayados por el humo.
Los que venían a misa

ponían sus coches donde fuera
y en la plaza, cuadrada como siempre,
circulaban los ecos apagados

de un tiempo sin palomas, que dormían:
de un campanario a solas:
de cincuenta silencios o escondites.



("Palomas" apareció en el núm. 8 la revista Cultura Urbana, enero-febrero de 2006.)

1 comentario:

Omar Cruz dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.